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La medicina veterinaria ofrece nuevos tratamientos para sus pacientes, y espacios diseñados con el fin de abordar las lesiones físicas y sus secuelas.

Fisioterapia para animales

La medicina veterinaria ofrece nuevos tratamientos para sus pacientes, y espacios diseñados con el fin de abordar las lesiones físicas y sus secuelas.

Artrosis, fracturas, fisuras, hernias de disco, lesión de ligamentos, displasia de cadera y codo, posoperatorios, y tantos otros problemas asociados con la movilidad, no solo afectan a las personas, sino también a las mascotas. Y así como ocurre con los humanos, los animales también pueden acudir a la fisioterapia, donde mediante el uso de equipos y terapias manuales se les brinda un abordaje que les permite prevenir, mejorar o incluso curar sus dolencias.

Con reconocimiento desde hace ya algunos años en otras partes del mundo, como Estados Unidos y Europa, esta rama de la medicina veterinaria comienza a instalarse también en Argentina para complementar los tratamientos clínicos.

 

Una mejora necesaria

Desde el mundo veterinario, cada vez se entiende más la necesidad de un equipo multidisciplinar que atienda al animal desde todos los aspectos”, especifica Antoni Ramon Boixaderas, fisioterapeuta y profesor de la Universidad de Girona, para quien la demanda de técnicas menos invasivas por parte de los propietarios de animales fue uno de los factores clave que posibilitaron la evolución de la fisioterapia veterinaria. Según el especialista, la atención requerida por los caballos de deporte fue el principal motor  de la evolución de la disciplina en todo el mundo. En constante expansión, este nuevo campo requiere de conocimientos específicos que permitan evaluar la condición del animal y desarrollar un plan de rehabilitación específico adecuado a sus necesidades.

Se puede acudir a un tratamiento de rehabilitación con fisioterapia si la mascota aúlla de dolor ante determinados movimientos o cuando adopta posturas nuevas para evitar el malestar, y va dejando de realizar sus actividades habituales. A pesar de que estas últimas son lesiones silenciosas, luego de un tiempo pueden agudizarse y convertirse en rengueras. En el caso de una cirugía, no hay necesidad de esperar hasta después de la eliminación de las suturas: la atención puede ser proporcionada mientras el animal todavía está en el hospital veterinario. El envejecimiento, a su vez, aqueja la salud de las mascotas, pero hay medidas específicas que se pueden aplicar para mejorar su vida diaria.

Antes de comenzar, se realiza una revisación clínica y neurológica donde se establece cuál será el tratamiento específico para ese paciente y qué terapias puede recibir. Por ejemplo, en pacientes oncológicos no está contraindicado, pero existen algunos limitantes en el uso de algunos equipos”, explica Anabel Gillet, médica veterinaria especializada en fisioterapia y kinesiología veterinaria, quien atiende exclusivamente perros y gatos en su consultorio del barrio porteño de Agronomía, aunque aclara que todos los animales pueden ser beneficiarios de las mejoras que posibilita este abordaje terapéutico.

Para sentirse mejor

Esferas, vallas, cintas caminadoras y platos de equilibrio son algunos de los elementos con los que cuenta un gimnasio de rehabilitación, diseñado para tratar problemas de sensibilidad y movilidad. Los tratamientos no son invasivos ni dolorosos. Por el contrario, son relajantes y cómodos. Siempre se busca que el animal se sienta tranquilo y se retire aliviado. Aunque puede ocurrir que en la primera consulta salte de la camilla, luego se acostumbra, y la visita al fisioterapeuta ya pasa a ser parte de su rutina.

En promedio, los tratamientos duran entre 10 y 15 sesiones, de una hora y media cada una. La frecuencia depende de la patología y también puede variar de acuerdo con su evolución. Hay pacientes que asisten dos o tres veces por semana, mientras que otros solo lo hacen una vez o cada 15 días. Calmar el dolor, desinflamar, fortalecer la musculatura, mejorar la sensibilidad y el movimiento de las extremidades y la columna, además de reducir la toma de analgésicos, son algunos de sus beneficios.

Las sesiones son similares a las que se realizan en humanos. Primero se trata la zona afectada con equipos de magnetoterapia, láser, electrodos o lo que el paciente requiera. Luego se pasa a las terapias manuales, que pueden ser pasivas (estiramiento, flexión y extensión, masajes, estimulación en las almohadillas) o activas (en las que la mascota es guiada para realizar los ejercicios). “Con el veterinario de cabecera, se realiza un seguimiento de la evolución a medida que transcurren las sesiones, regulando las dosis de los medicamentos y realizando estudios complementarios en los casos que sean necesarios”, señala Gillet. De este modo, se logra aliviar el sufrimiento del animal y mejorar, sin dudas, su calidad de vida.

 

Servicio gratuito de fisioterapia

 

El Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA ofrece de forma gratuita el servicio de Fisioterapia para pequeños animales, entre otros.
Su horario de atención es de lunes a viernes de 9 a 21 h. En Av. Chorroarín 280. Teléfono para consultas: (+54 11) 5287-2000.

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