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La importancia del cepillado dental diario para prevenir enfermedades

La salud dental de las mascotas

La importancia del cepillado dental diario para prevenir enfermedades

Aunque algunos puedan creer que no es necesario limpiar los dientes de perros y gatos, esto es totalmente incorrecto. “Es conveniente cepillar los dientes a nuestras mascotas para evitar la formación de placa bacteriana y la consecuente odontolitiasis, más conocida como sarro”, explica María Presa (MP12763), de la veterinaria que lleva su nombre. La pregunta que surge a continuación es cómo lograr esta difícil tarea. La recomendación es acostumbrar a las mascotas desde que son pequeñas y así educarlas para que nos permitan manipular su boca: que nos dejen tocarla e introducir los dedos o cepillos. La higiene bucal de los animalitos se debe realizar con cepillos especiales o con gasas que contengan pasta dental, gel o algún colutorio.

Hay que hacerlo diariamente ya que de esta forma evitamos que las bacterias se depositen en las encías y generen una infección e inflamación que se conoce como gingivitis”, señala la doctora Luisa Dompe (MN 7312), veterinaria del Centro Veterinario Paunero. Cuando se llega a este punto, las mascotas sienten dolor y malestar, a los que se suman el sangrado y la hinchazón de las encías (hiperplasia). El siguiente paso de la enfermedad se produce cuando se depositan minerales de la misma saliva y se forma lo que conocemos como sarro dental. Este último es fácil de distinguir porque los dientes toman un color amarronado. Ya en una etapa más avanzada comienzan a dañarse los tejidos de fijación del diente. Ahí es cuando estamos en presencia de la enfermedad periodontal, que es la principal causa por la que pueden perderse piezas dentales. “Lola, mi perrita chihuahua de tres años, tenía periodontitis. La llevé al veterinario porque se le había salido un diente y entonces le hicieron una limpieza y me explicaron los cuidados diarios que tenía que darle en adelante”, cuenta Gimena Álvarez. Otro dato crucial a tener en cuenta es que este problema no se reduce a la cavidad bucal. “La enfermedad periodontal puede dañar también otros órganos, como los riñones y el corazón, de ahí la importancia de que tomemos conciencia, porque corre riesgo la vida del animal”, señala Presa.

Señales de alerta

Uno de los primeros indicios es el aliento. Si la halitosis es fuerte, molesta y desagradable es necesario consultar al especialista porque podría tratarse de la enfermedad periodontal. “Chucho, mi bóxer, tenía un olor horrible en la boca. Mis hijos lo echaban cada vez que se les acercaba, hasta que un día lo llevé al veterinario. Por suerte se pudo curar y ahora huele bien”, dice Nilda Parodi. Otra clara señal a la que tenemos que prestarle atención es la forma en la que comen. “Podemos ver que nuestros animales tienen un apetito selectivo por las cosas más blandas, muestran dificultad para masticar o incluso pocas ganas de comer”, dice Presa. También es necesario revisar y observar su boca. Si los dientes tienen un color más oscuro y las encías están enrojecidas se recomienda la consulta urgente. En los casos graves, con la enfermedad avanzada, se ve sobre los dientes un material que sobresale y es de color marrón. Por otro lado, Dompe explica que algunas razas tienen mayor predisposición a tener problemas dentales, en especial las miniaturas. “Yo tengo un Yorkshire de dos años y sus dientes tenían un aspecto muy feo. Eran marrones, ásperos. Un día fui a cortarle el pelo a la veterinaria y mencioné lo de los dientes en chiste. Inmediatamente lo revisaron y me explicaron la gravedad del problema. Hoy le cepillo los dientes a diario”, relata Mariana Vidales.

Enfermedad avanzada

Tal como se mencionó, la odontolitiasis tiende a manifestarse antes en las razas pequeñas (alrededor de los tres años). Por el contrario, en las razas medianas y grandes se presenta a partir de los siete u ocho. Cuando las mascotas tienen odontolitiasis, el cepillado dental en la casa no alcanza para sanarlos. En esos casos se debe acudir a la veterinaria de cabecera para solicitar una limpieza. “El procedimiento es bajo anestesia general y con estudios prequirúrgicos (que consisten en análisis de sangre y control cardiológico)”, explica Dompe. Con la mascota anestesiada se remueve el sarro con ultrasonido y se extraen los dientes que se mueven o que no son viables. “Las piezas dentales en mal estado deben extraerse ya que una muela infectada puede generar un absceso. Si se las deja, el foco de infección permanece dentro de la boca. A las piezas dentales flojas también hay que sacarlas, porque favorecen el depósito de placa bacteriana y placa mineral”, concluye Presa. Una vez que la mascota tiene sus dientes limpios, el cepillado diario debe ser prioridad.

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