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Gabriela Halperín es directora ejecutiva de Diagonal, una asociación civil que trabaja por la reinserción laboral de las personas mayores de 45 años.

“Lo que hacemos le cambia la vida a la gente”

Gabriela Halperín es directora ejecutiva de Diagonal, una asociación civil que trabaja por la reinserción laboral de las personas mayores de 45 años.

Hay una premisa que Gabriela Halperin resalta ni bien comienza a hablar: “No existe más el trabajo para toda la vida”. Además de los cambios estructurales que se dan en el mundo del trabajo, también hay crisis vitales y hay que lidiar con todo ello. Desde hace dos años, es directora ejecutiva de Diagonal y trabaja cada día empoderando a personas mayores de 45 años desocupadas o que quieren darle un giro a su carrera. “Vivo con una satisfacción enorme porque sé que, desde lo que hacemos cada día, le estamos cambiando la vida a muchas personas”, asegura.

La salida

Por medio del Programa de Reinserción Laboral +45, Diagonal brinda en forma gratuita herramientas técnicas y emocionales para transitar la búsqueda de trabajo y optimizar la empleabilidad. Se trata de una propuesta grupal –algo fundamental, porque permite recuperar la pertenencia–, y presencial –lo que ayuda a evitar el aislamiento y muestra que el cambio se hace con los otros–. Son siete encuentros semanales de cuatro horas cada uno, donde se trabaja desde la cuestión emocional –qué quiero, quién soy, los miedos, cómo planificar la búsqueda, entre otras cosas– hasta los aspectos técnicos y las herramientas necesarias para volver al mercado, así sea bajo relación de dependencia o generando un emprendimiento propio. “Es muy útil tener un compañero que ayude a leer las necesidades actuales del mercado y los oriente sobre cómo maximizar experiencia y capacidades. Si bien tenemos un área de vinculación con las empresas, acá no les damos trabajo, sino que los ayudamos a que lo busquen por ellos mismos lo más exitosamente posible. Recibimos mucha gratitud, porque la gente se transforma, mejora su autoestima y arma redes muy potentes”, explica.

Espejo

Ella es el vivo ejemplo de la reinvención personal y laboral, todas las veces que sea necesaria. “Yo salí de la zona de confort de un puesto fijo, dejé la seguridad por la pasión. Y claro que eso da miedo, pero hay que atravesarlo”. Entender su recorrido lleva a su adolescencia, cuando ya por entonces soñaba con mejorar la calidad de vida de la gente. Primero pensó que la llave para lograrlo sería ser maestra. Luego, mientras ejercía la docencia, empezó a estudiar Psicología. Al recibirse, atendía, en clínicas y centros educativos terapéuticos. Desde afuera, su vida profesional parecía encarrilada, pero ella se dio cuenta de que debía redireccionar el mapa. “No quería seguir más en lo educacional, deseaba trabajar en una empresa o corporación. Y para eso necesitaba formarme en Recursos Humanos. Hice una práctica no paga en una consultoría de RRHH y aprendí muchísimo. Después trabajé en el servicio de empleo de AMIA y conocí los programas de empleo, lo que me enseñó acerca de cómo operar con poblaciones vulnerables. Llegué a Diagonal hace cuatro años, cuando entré a hacer una suplencia, y me enamoré de la misión que tiene esta asociación con respecto a que el trabajo sea un medio para la realización personal”. Cuando la suplencia terminó, ella volvió a un puesto fijo y seguro en otra fundación que se ocupaba de favorecer el primer empleo. Hasta que hace dos años, la llamaron de Diagonal para ofrecerle el cargo que hoy ocupa. Primero dijo que no, sentía que esa responsabilidad le quedaba grande. Volvieron a llamarla y alguien le dijo algo que la hizo cambiar de opinión: “Te convocan por lo que sí podés hacer. El resto lo vas a aprender”.

Lo que no mata, fortalece

Halperín dice que es fundamental que quien esté atravesando una crisis laboral o se haya quedado sin trabajo sepa que ese malestar (y angustia) lo tienen muchas personas. Por otro lado, señala la importancia de concientizar sobre los efectos sociales, familiares y psíquicos que debe afrontar un desempleado. “La pérdida del trabajo genera vergüenza, desaliento, depresión, desborde y el miedo a no poder reinsertarse. La persona empieza a aislarse, se convierte en un excluido invisible”. De acuerdo con su experiencia, estos vaivenes laborales o profesionales hacen sentir que está en juego la identidad y la dignidad. Halperín aclara los puntos: primero, que una cosa es lo que se hace, y otra, quién es uno. Por lo tanto, una buena forma de encontrarle la punta al ovillo es volver a dos preguntas esenciales: ¿quién soy? ¿qué quiero?; segundo, dice que la dignidad no se pierde ni se gana con un despido o con un puesto, sino que tiene que ver con algo más profundo: poder revalorizarse y animarse a la flexibilidad mental de inventarse un nuevo escenario.

Reinserción

Quienes quieran ser parte del programa de reinserción deben tener manejo informático y título secundario. Suele haber lista de espera. Diagonal se sustenta gracias a donaciones de particulares y talleres pagos que brinda en empresas.

Más información en www.diagonal.org.ar

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