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A veces, en nuestro trabajo, nos sentimos frustradas por hacer más cosas de las que nos corresponden o de las que podemos hacer.

Aprender a decir que no

A veces, en nuestro trabajo, nos sentimos frustradas por hacer más cosas de las que nos corresponden o de las que podemos hacer.

Ya es como música para nuestros oídos: en un encuentro social, en determinado momento alguien se quejará de su trabajo y de las tareas que le piden hacer y que no le corresponden. Tal es el caso de Sofía Guzmán, que empezó a trabajar como vendedora en un local de ropa de la avenida Cabildo y estaba feliz. Al principio. Hasta que la dueña le empezó a pedir que también se ocupara de limpiar los estantes. La semana siguiente le pidió que barriera y limpiara los vidrios. Lo que le molestó a Sofía es tener que realizar estas labores que, al contratarla, la dueña del negocio no le había mencionado.

“Todo trabajador, de manera constante, se encuentra expuesto en su ámbito laboral a distintos aspectos que denominamos ‘factores psicosociales’, los cuales pueden representar un peligro potencial ‒y ser generadores de estrés‒ o ser una herramienta de fortalecimiento personal”, comentó el Lic. Diego Baghino, que trabaja en el Consejo Nacional de las Mujeres y es docente de Psicología del Trabajo en la Universidad de Buenos Aires.

En el caso de Sofía, según el psicólogo, la situación termina siendo confusa: “La persona no termina de comprender lo que debe priorizar. Entonces suele experimentar malestar y podrían aparecer sentimientos de inutilidad, bajos niveles de autoestima, entre otros. La persona detecta que no puede desplegar el potencial que posee y por el que fue contratada; el resultado: una erosión de la confianza, lealtad y motivación”, enumeró Baghino.

Pasos para poner límites con éxito

El Dr. Ignacio Etchebarne, psicólogo, coach ejecutivo y consultor organizacional, compartió con revista EXPERTAS algunas recomendaciones para poner en práctica a la hora de decir “no”. Estos pasos pueden aplicarse en el trabajo, pero también en otros ámbitos, como en la casa, con los amigos o con nuestra pareja.

♦Buscar un momento oportuno: pedir permiso para tener una conversación, ya sea para decir que no a algo o para pedir algo concreto.

♦Asegurarse de que la persona esté en un momento receptivo (si está muy enojada u ocupada, nuestro pedido puede convertirse en el detonante de un problema mayor).

♦Es importante asegurarse de estar hablando de lo mismo. Muchas veces, las personas miran un evento desde diferentes perspectivas.

♦No hacer acusaciones, sino explicar nuestras razones, sin buscar responsabilizar al otro. Esto puede generar conversaciones paralelas que no llevan a ningún lado bueno.

Cómo anticiparnos al problema

Así como se dice que uno nunca tendrá una segunda oportunidad para dar la primera impresión, algo similar sucede cuando aceptamos algo por primera vez sin estar de acuerdo. Nuestra mente empieza a especular sobre qué busca la otra persona o a cargarse de ira, pensando que no somos valorados o que el otro tiene otras intenciones. Para los psicólogos, esto no ayuda.

“En algún momento puede ser tramposo intentar adivinar qué es lo que la otra persona espera de nosotros. La mejor forma de evitar un problema es pedir claridad respecto de las funciones principales que se deben cumplir en un puesto determinado. Preguntar ‘¿cuál es la misión de mi puesto?’. Si uno sabe cuál es su función principal, podrá saber en forma fehaciente qué cosas hacer primero y cuáles dejar para después. No obstante, mucho es ensayo y error. Siempre se corren riesgos menores, ya que uno no puede estar preguntando todo”, especificó Etchebarne.

Para los tímidos es más difícil

Para quienes tienen facilidad para expresarse o pararelacionarse con los demás, poner límites podría no significaralgo traumático. Pero para quienes son introvertidos, podría implicar pasarse semanas y hasta meses“meditando” cómo encarar la situación, ensayando eldiscurso e incluso analizando renunciar antes que teneruna conversación con el jefe.

Así lo explica el Lic. Diego Baghino: “En muchos casos,la aceptación de una limitación y la necesidad de cambiopueden llevar a la búsqueda de la superación; en otrasocasiones, es necesaria la búsqueda mediante el acompañamientode un profesional que pueda guiarnos. Paraaquellas personas tímidas, pedir ayuda es un gran paso yel inicio hacia un cambio superador. Como dice esta frasedel libro El arte de la guerra, de Sun Tzu: ‘Conoce a tuenemigo y conócete a ti mismo, y en cien batallas jamássaldrás derrotado’”.

Cinco consejos para crecer en el trabajo

Por Florentina Sassoli, counselor, focusing trainery coordinadora certificante de Focusing.

1.
Darnos un tiempo para escuchar las señalesde nuestro cuerpo y así entender qué nos pasa frentea los reclamos y pedidos de otros.

2.Ser flexibles para ponernos en el lugar del otroy comprender que, aunque no sea nuestra función,podemos validar la necesidad de nuestro jefe.

3.Al tener una conversación con nuestros superiores,expresarnos en lenguaje adulto, con claridad,exponiendo nuestras necesidades lo más objetivamenteposible.

4.Buscar espacios donde se puedan validar tantolas necesidades del jefe como las nuestras.

5.Conseguir apoyo de un terapeuta con quien profundizar qué nos pasa en el trabajo.

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