Destacado

Verena Böheme

Verena Böheme es una alemana que decidió afincarse en Argentina, fundó Manos Verdes.

Verena Böheme

“Todos podemos hacer algo para mejorar el mundo”

Verena Böheme es una alemana que decidió afincarse en Argentina, fundó Manos Verdes.

La primera vez que pisó la Argentina, lo hizo tras cruzar los Andes en micro. Venía de viajar por Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Perú, Bolivia y Chile. Desde ese último destino, pasó la frontera y llegó a Mendoza. Era 2006 y por entonces Verena Böheme era una turista alemana que había decidido recorrer Latinoamérica como mochilera, después de renunciar a su puesto de Directora de Cuentas en una agencia de publicidad. Había estudiado Comunicación y Publicidad en Hamburgo, tenía 31 años, un muy buen ingreso, pero trabajaba 16 horas por día y no se sentía feliz con lo que hacía. “Siempre había querido viajar y cuando mi exnovio me propuso casarnos, me resultó muy claro que tenía que hacer las valijas”, cuenta entre risas. Compró el pasaje y reservó tres días de hostel. Esa fue toda su planificación para un recorrido que duraría seis meses. Quería trabajar con las tortugas en Costa Rica, conocer Machu Pichu y Buenos Aires, aprender español, vivir en una casa de familia y ver de cerca a los pingüinos. Ella todavía no lo sabía, pero esos deseos escondían señales en relación con el rumbo que tomaría su vida después.

 

Cambiar coordenadas

Cuando llegó a Buenos Aires, se fascinó: la ciudad le pareció un mix de España e Italia. Después fue a las Cataratas del Iguazú, a Tierra del Fuego, al glaciar Perito Moreno y a Puerto Madryn. En marzo de 2007 volvió a Alemania, y en junio ya estaba de vuelta aquí. “Había visto que en Sudamérica el problema de la basura era muy importante y que era urgente atender la contaminación ambiental. Tenía la fuerte sensación de que debía hacer algo acá. Estudié español, hice amigos y me acerqué a la Cámara de Comercio Argentino-Alemana con la intención de empezar a trabajar en medioambiente. En 2008 cerramos un intercambio entre una universidad de Alemania y otras argentinas. Al año siguiente, logramos que esa universidad nos financiara un proyecto de medioambiente en las escuelas. Arrancamos con cinco escuelas primarias públicas porteñas para concientizar sobre la reducción, reutilización y separación de residuos. Convencimos a una empresa de que nos acompañara e hicimos los trámites para constituir una ONG. Decidimos ponerle Manos Verdes porque cada vez que terminábamos una acción en un colegio, hacíamos que los chicos firmaran su compromiso verde poniendo sus manos”, explica. Manos Verdes nació el 12 de octubre de 2010. Andrés Steinhäuser, argentino y presidente de la asociación, eligió el día adrede, en honor a la diversidad cultural, porque desde el principio supieron que serían un puente para el intercambio entre Latinoamérica y Europa. Verena y Andrés son un ejemplo de esa retroalimentación: pareja de trabajo y en la vida, siguen hablando con pasión sobre el medioambiente y la basura hasta en la sobremesa.

 

En acción

Hacer un posgrado en Gestión de ONG en la Universidad de San Andrés la ayudó mucho. “Me abrió la mente para saber que tenemos el deber de organizarnos y hacernos sustentables. Es un gran desafío. El voluntariado no está mal en proyectos cortos, pero para hacer cada vez más, hay que profesionalizarse”. Además de ampliar poco a poco la cantidad de escuelas con el programa “Usá la basura”, llevan adelante un gran proyecto en la provincia de Corrientes. “Amigos que viven en Colonia Carlos Pellegrini nos contaban que el pueblo apostaba al ecoturismo mientras tenía basurales a cielo abierto, en una zona 70% inundable y con gran compromiso para la salud de la población y la preservación de los esteros del Iberá. Hablamos con el intendente, hicimos una encuesta entre la gente del pueblo y mostramos que ellos creían que la basura era un problema a atacar. Escribimos un proyecto para buscar fondos y construir una planta de clasificación y saneamiento y erradicación del basural. Hoy tienen un vertedor controlado”, celebra. Dice que si en estos últimos años mejoró mucho la concientización ambiental de la población, falta generarla en los funcionarios. “La gente hoy quiere separar sus residuos y entiende la problemática. Las políticas públicas, y quienes las llevan adelante, se tienen que poner a la altura”.

¿Cuán diferente es Verena de Manos Verdes a aquella de la agencia de publicidad?

“Esto me modificó un cien por ciento. A pesar de que mis padres quisieran tenerme más cerca, hoy veo el mundo diferente y soy consciente de las necesidades del mundo. Yo digo que Alemania es la isla del bienestar y ya no podría volver a vivir tranquila allí sin hacer lo que estoy haciendo. Creo que todos podemos hacer algo para mejorar el mundo y yo quiero hacer mi parte”.

 

Para sumar tu aporte

Manos Verdes necesita tener ayuda suficiente para sostener proyectos ajenos, trabajar a nivel regional y formar líderes para llegar a más lugares.  Reciben donaciones de empresas y particulares en www.manos-verdes.org

seguí leyendo: Destacado