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Beatriz Gelman

Beatriz Gelman es directora de la Fundación Adoptare y dedica su formación de psicóloga a dar contención a quienes quieren construir una familia mediante la adopción o la fertilización asistida.

Beatriz Gelman

“Trabajamos en acompañar la diversidad familiar”

Beatriz Gelman es directora de la Fundación Adoptare y dedica su formación de psicóloga a dar contención a quienes quieren construir una familia mediante la adopción o la fertilización asistida.

Beatriz Gelman se recibió de psicóloga y a fines de los años ochenta se sumó al Equipo de Adopción del Hospital Pedro de Elizalde, donde se daba apoyo a futuros adoptantes y a familias constituidas mediante la adopción. “Siempre me interesó el trabajo con niños y, sobre todo, con la niñez desamparada”, explica. Al tiempo, se dio cuenta de que existía un gran vacío social e institucional en relación con el tema y, junto con la psicóloga Graciela Lipski, decidió crear la fundación Adoptare. Desde allí se propusieron dos ejes: la asesoría jurídica y la asistencia psicológica. “Nuestra idea primera era hacer una labor a nivel nacional, y pensamos que sería conveniente constituirnos como fundación. Finalmente no pudimos concretar esa magnitud de trabajo, pero sí nos hicimos fuertes en la ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires”.

 

Ahijar

Cuando Beatriz comenzó a enfocarse en la temática, todavía existían muchos prejuicios y ocultamientos respecto de la adopción. “Aun así, quienes venían a consultarnos ya traían cierta conciencia de la importancia de preservar la identidad de los niños y de naturalizar este modo de hacer familia”, cuenta.

En los veintinueve años de Adoptare, las leyes han ido cambiando y la sociedad está más abierta. “Las leyes se cambiaron, pero no la forma de pensar de jueces y funcionarios, que siguen enfatizando la importancia del vínculo con la familia biológica y entonces convocan, muchas veces sin éxito, a familiares sin relación anterior con los chicos. De todas maneras, se acortaron los tiempos para considerar el estado de adoptabilidad de los niños”, señala. Es sabido que, a medida que las criaturas crecen, van disminuyendo las posibilidades de que sean adoptadas. “Se critica mucho a los futuros adoptantes que no quieren hacerse cargo de niños más grandes pero no tanto al Estado, que propicia la permanencia en las instituciones”, apunta. De acuerdo con su experiencia, adoptar chicos grandes y conformar con ellos una familia feliz es posible si contamos con el sostén adecuado. “Son niños que llegan al encuentro después de cosas muy dolorosas, han vivido más de lo que les tocaba vivir y probablemente estuvieron arrasados en sus necesidades y deseos. A veces han padecido maltrato o integraciones anteriores que se frustraron y reavivaron el sentimiento de abandono. Nuestra experiencia nos muestra que las familias que reciben acompañamiento psicológico cuentan con mayores recursos para encarar esta realidad. Hay que estar bien preparados y tener mucha paciencia”. Beatriz repite que con el amor no basta, y explica el sentido profundo de esa frase: “Decimos que no alcanza con el deseo de amar porque también hace falta tener mucha empatía y comprensión de las necesidades del niño, de su historia, de sus dolores. Si los futuros adoptantes están muy centrados en sí mismos y son autorreferenciales, va a ser más difícil que comprendan la realidad de los chicos y puedan sostener el vínculo”.

Tiempos de cambio

La especialista sostiene que siempre es mejor atravesar la búsqueda acompañado, con ayuda también para reevaluar los pasos que se van dando para llegar al deseado destino. “Recibimos muchas mujeres sin pareja que empiezan a vincularse con niños de 10 años o más. En un principio se habían anotado para bebés o chiquitos, pero con el paso del tiempo fueron flexibilizando el proyecto”, explica. No hay caminos únicos para encontrarse con un hijo.

En los últimos años empezaron a llegar a Adoptare consultas de parejas y personas solas que pensaban hacer un tratamiento de fertilización asistida o que evaluaban la adopción en el exterior. “Decidimos trabajar en acompañar la diversidad familiar que nos atraviesa como sociedad. La ciencia permite que hoy muchos lleguen a materializar su deseo de tener un hijo a partir de la donación de óvulos, de la donación de esperma o mediante la gestación subrogada, por ejemplo. Y pueden hacerlo parejas heterosexuales, parejas del mismo sexo o personas solas. También se dan adopciones en otros países, lo que conlleva las cuestiones propias de la migración y las diferencias culturales”. La diversidad familiar actual plantea interrogantes y fantasías ligadas al origen que requieren nuevas respuestas. “Hoy aparecen posibilidades que antes eran impensables, hay mayor libertad y confianza”. El objetivo de Beatriz y de su equipo es informar y acompañar para que la gente pueda elegir, en un proceso cuidadoso y responsable. Al fin de cuentas, ahijar, alojar en el lugar de hijo a una criatura, es una aventura de luces y sombras, tan única como universal.

 

Asistencia

En Adoptare brindan asistencia a futuros adoptantes, adoptantes, familias uniparentales, y a quienes recurren a las distintas formas de reproducción asistida. También hay talleres de reflexión para los adultos y grupos para adolescentes.

Más información en www.adoptare.com.ar

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